Esa niña tendrá
alrededor de
once años.
Su rostro
todavía es puro,
su cuerpo se ve
delgado.
La miro desde el
autobús,
su pelo es
castaño y lacio;
viste campera de
nylon
y un jean azul
despintado.
Vaga errante por
la acera
y a aquel que
pasa a su lado
le pide alguna
moneda.
La niña está
mendigando.
Si, esa niña
tendrá
alrededor de
once años.
Su rostro
todavía es puro,
su cuerpo parece
intacto.
¿Cuánto le queda
al pimpollo
de su rosa, aún
cerrado,
para que a
humillarlo vengan
perversas y
sucias manos?;
¿Cuánto tiempo
pasará
pobre y sin
perder su encanto?;
¿Cuánto tardará
en venderle
a un chacal su
cuerpo santo?.
¿Perderá el
mundo a una niña
inocente de once
años
porque hay
pobreza, señores,
y nadie se está
ocupando?.
Veo muchas niñas
y niños
por las calles
suplicando
por míseras
moneditas
o por un magro
bocado.
Sucede esto en
mi país
y en el tuyo, en
muchos lados.
Esto que pasa en
la Tierra
no debiera estar
pasando.
Si me estás
oyendo, piensa:
es momento de
hacer algo,
que hay niñas y
niños pobres
sedientos de nuestros brazos.
Foto tomada por el autor |
“EL MENSAJE”. Autor: Daniel Adrián Madeiro *** Este material puede ser copiado, impreso, difundido etc. sin cargo, libremente. El autor no autoriza su uso comercial. --- Copyright © Daniel Adrián Madeiro. Todos los derechos reservados.
No comments:
Post a Comment