Thursday, January 03, 2013

UNAS PALABRAS MÁS


Este trabajo no pretende ser una obra acabada.
No lo concebí como un manual donde recabar información sobre lo que hay que hacer.
No soy el maestro de nadie; nadie lo es. Tengo mucho que aprender; todos tenemos.
El objetivo de esta obra es: Invitar a los lectores a reflexionar sobre la importancia de buscar la Verdad y trabajar por ella en todas las cosas.
La Verdad sobre nosotros mismos, individualmente, sobre nuestros deberes y derechos, sobre el uso que damos a nuestra capacidad intelectual y sobre nuestras acciones con vistas al futuro de la humanidad.
Una invitación a revisar la Verdad sobre nuestros valores, creencias, ideales, filosofías; no para la anarquía o el caos, sino para ajustarnos lo más posible a la realidad y cuestionarnos si en algunas cosas no es hora de empezar de nuevo, alejándonos de toda fantasía y apostando a la Verdad aunque duela.
A tomarse el trabajo de pensar y distinguir entre lo verdadero y lo falso; en otras palabras, a reconocer cuando nos mienten o nos mentimos, como un paso fundamental para ser realmente adultos responsables.
Luego, si ese camino hacia la Verdad es andado con constancia, con humildad, combinado con un necesario respeto a la diversidad y un trabajar juntos aunque estemos separados, se podrá aspirar a un segundo propósito: la Justicia.
Habiendo repensado adecuadamente nuestros valores, nuestras ideas, nuestras necesidades, nuestro futuro, nuestro accionar conjunto como habitantes de un único país llamado “Tierra”, podremos alcanzar mayor eficacia en la práctica de la Justicia. Tendremos mejores herramientas para la construcción definitiva de un mundo con mejor distribución de las riquezas, erradicando la pobreza, el hambre, las enfermedades, el analfabetismo, la guerra.
Podremos entender que ser distintos, pensar diferente, suele ser una cuestión a veces momentánea, a veces de lugar, de culturas, pero nunca una razón suficiente para vivir separados, desunidos, fragmentados.
Y si aprendemos a amar la Verdad y la Justicia, entonces y sólo entonces, habrá verdadera Paz en nuestra única casa, la Tierra.

Quiero reiterar algunas cosas que expresé anteriormente pues no quiero correr el riesgo de algún malentendido.
Yo, Daniel  Adrián  Madeiro, que DIOS sabrá por qué tuve desde siempre tantos deseos de poder escribir todo esto; yo, que corro el peligro de ser considerado por toda esta exposición como un tonto soñador, un idiota, un embaucador, un delirante, un vanidoso, o mil cosas más;
yo deseo que se sepa que:
·         No escribí esto porque me considere a mí mismo un iluminado, un mesías o cualquier otra exaltación de la figura humana a un lugar ajeno al sentido común. Quien pudiera pensar eso se equivoca rotundamente. Yo no puedo cambiar el mundo, Tú no puedes cambiar el mundo; pero todos juntos podemos cambiar el mundo. Esa es mi idea. Yo creo profundamente en que lograremos ser rescatados de la destrucción tomando conciencia de la unidad que debemos ser.
·         Sólo soy una persona como cualquier otra que desea aprovechar su modesta habilidad para escribir, con el objeto de prestar su aporte a la sociedad humana, utilizando también para ello el maravilloso vehículo de comunicación que representa la Internet.
·         No apoyo, bajo ningún concepto, movimientos violentos, no pacíficos. Sólo la no-violencia, el constante ejercicio de la inteligencia, apoyada en la búsqueda de la Verdad y de la Justicia es el camino hacia la Paz.
·         No creo en la necesidad de gestar nuevas organizaciones. Con eso estoy diciendo que este escrito no está pensado para que alguien venga a decir que hace falta crear alguna institución que dirija o supervise esta utopía mía. Hay suficientes organizaciones en el planeta y cada día surgen otras nuevas. Me parece mejor camino el “uno mismo”. “Uno mismo” siendo el representante de esta búsqueda de la Verdad. “Uno mismo” siendo como una organización que trabaja todo el tiempo por la Verdad y la Justicia desde su propio lugar. “Uno mismo” colaborando con las organizaciones mundiales que considere más serias para sumarse a sus propuestas de erradicar la injusticia, el hambre, la pobreza, la enfermedad, el analfabetismo, la guerra. “Uno mismo” aprendiendo día a día a unirse a otros “uno mismo”, con respeto mutuo, para ver el modo de aplicar sus inteligencias a favor de la concreción de un planeta Tierra para todos, con personas Veraces, Justas, Pacíficas y disfrutando de Paz.
·         No persigo fines económicos con este trabajo ni busco favorecerme personalmente logrando alguna forma de fama o publicidad. De todos modos, si esto último sucediera sería un posible indicio de que este trabajo puede ser de utilidad. Por ello mismo, hice la aclaración al principio (ver “Léalo le interesará” y “Jamás la vendas ni la compres”) para que esos faltos de honra y vergüenza que siempre andan hurgando por allí, se abstengan de aprovecharse de otros y para que todos sepan que esto es Gratis para siempre. En tal sentido quiero invitar a aquellos que encuentren provechoso para sí mismos y otros este escrito que se cuiden constantemente para no corromperse y no vincularse a los corruptos. Donde hay corrupción no prosperan la Verdad ni la Justicia.
·         Finalmente, y vinculado al punto anterior, no puedo dejar que este escrito sea anónimo. No porque me entusiasme la aparición de mi nombre sino porque, como todas aquellas cosas que bien o mal se hacen en pos de un humilde fin altruista, se corre el riesgo, si tiene éxito, de ser tomado por algún inescrupuloso para su propia ganancia personal. Y así, lo que pudiera ser algo provechoso resulta una puerta abierta a los profanadores de los ideales humanos.

Foto tomada por el autor
 “EL MENSAJE”.   Autor: Daniel  Adrián  Madeiro   *** Este material puede ser copiado, impreso, difundido  etc. sin cargo, libremente.  El autor no autoriza su uso comercial. --- Copyright © Daniel  Adrián  Madeiro.  Todos los derechos reservados. 



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